En Navidades y sus días previos no faltan motivos de celebración y así reunirnos con toda la gente querida, familiares, amigos, compañeros de trabajo o aquellos a los que no vemos habitualmente. Son días mágicos donde nuestros clientes acuden con un talante especial. La Navidad abre el corazón y saca de nosotros lo mejor. Un aire de felicidad parece que embriaga el ambiente, a veces mezclado de melancolía.

 Son fechas que no dejan impasible a nadie y a nosotros tampoco, así que nos sumamos a ese nivel de exigencia para que una de las celebraciones más señaladas del año concluyan satisfactoriamente, siempre esforzándonos al máximo para estar a la altura de vuestras expectativas.

 Tras todo este ritmo frenético, nos queda celebrar con todos el Año Nuevo.

El día 31 o Noche Vieja cerraremos, para coger nuevas fuerzas y reunirnos con nuestros familiares.

 Como ya comentábamos en un post anterior ofrecemos un gran abanico de posibilidades para darle la bienvenida al Año Nuevo, según las necesidades de nuestros clientes, totalmente abiertos a todo tipo de peticiones.

 Por nuestra parte también tenemos sugerencias que ofreceros, para aquellos que prefiráis las recomendaciones del chef.

 Es un día muy especial. Empieza un nuevo año. 2017 está recién estrenado, cargado de buenos deseos y de esperanzas llenas de optimismo.

 Brindemos por todo ello el día 1, frente al mar y con una buena comida, el año no puede más que empezar bien.

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