El final del verano, octubre y sus beneficios en Altea
Es curioso, que algo tan bonito como el verano termine y pueda ofrecer algo beneficioso, ¿no?
Entramos en el debate frecuente y recurrente de ¿A ti qué te gusta más, el verano o el invierno?. Es la típica conversación de ascensor. Esa sobre la cual todos tenemos opinión madurada. Es curioso, que algo tan bueno como el verano termine y pueda ofrecer algo beneficioso.
Hemos oído argumentos de todo tipo: El verano me agobia, El invierno me deprime, El calor no me deja descansar o El frío se me mete en los huesos y no reacciono…
Sea cual sea el gusto de cada quien y las circunstancias personales y profesionales de cada cual, la verdad incontestable es que el verano toca a su fin.
El final físico de la estación es el 23 de septiembre que a su vez abre el otoño y el final de la temporada estival en lo que se refiere a terminología turística, quizá se alargue un poco más, hasta llegar al final del mes.
La temporada de verano es así. Para lo bueno y para lo malo. En la hostelería, al menos en las zonas del turismo de sol y playa, nada sería igual sin el verano. Es la época del año en la que la mayoría de gente toma las vacaciones y quienes no las pueden disfrutar, también aprovechan la coyuntura para salir más y usar las mil y una opción hostelera que hay en el mercado. Pero tranquilos que aunque despidamos el verano… aquí no acaba todo.
En esta última década estamos dando, una vez acaba el verano, la bienvenida al «veroño» (nueva terminología ya comúnmente usada). Que ni es verano ni es otoño, pero realmente y para quien no lo sepa, es una de las mejores épocas para ir a la playa, pero -shhhh- no se lo digas a nadie. Llega el mejor momento para disfrutar del mar, de la playa y del final del verano en nuestro pueblo.
¿Por qué?
Las razones son miles, pero te vamos a contar unas cuantas: la facilidad de encontrar aparcamiento, los mejores precios, la soledad en las playas, las desiertas calles mañaneras… Además, es la época en la que más templada está el agua del mar, que ha recogido todo el calor del verano, que dura más o menos hasta finales de noviembre.
La Costa Blanca tiene luz, tiene color y tiene «veroño». Aprovecha para alargar un poco más el verano y visita esta maravillosa costa mediterránea. Altea te espera.