Está más que demostrado que la elección que hacemos de los platos cada vez que salimos a comer fuera de casa, está muy influenciada por varios factores.

Uno de los principales sin duda tienen que ver con la meteorología, nuestra elección variará mucho en los días de calor donde las refrescantes ensaladas como una “ensalada de vieiras y frutas exóticas con vinagreta de leche de coco” o unos “canelones de melón con jamón y Jerez» nos atraen de inmediato. Pero si nos trasladamos a una fría noche de invierno nuestra elección sería drásticamente diferente. Con seguridad que con un “guisao de rape, raya, col y patata” se nos haría la boca agua.

Otro factor sería si nuestra salida es para comer o cenar. Para el primero encajaría perfecto una “paella de conejo con garbanzos” siendo para la cena un “Chateaubriand” una gran elección.

La compañía, aunque a veces no seamos del todo conscientes, también influye. Con los amigos es fácil reunirnos en torno a una mesa con raciones o tapas de chopitos, frituras variadas, tomates trinchados

Para una reunión familiar, o en general grupos grandes, las paellas siempre suelen ser una de los platos más demandados.

Pero cuando salimos de cena en pareja, como pronto ocurrirá con San Valentín, nuestros gustos se vuelven más exquisitos, nos gusta que nos sorprendan ya que se trata de días especiales cargados de romanticismo y no queremos que nada falle… Tenemos la mejor de las propuestas ¿Has visto ya nuestro Menú San Valentín?