En una tierra fértil como la nuestra, donde proliferan los vegetales, no es de extrañar su constante e intensa presencia en nuestros platos.

El viaje máximo que han de realizar nuestras hortalizas, es desde la huerta hasta la mesa. Un corto recorrido para que éstas mantengan su frescura y máxima calidad, requisito sine qua non para toda materia prima que llega hasta nuestras cocinas.

Sin este respeto a la materia y a los propios productos de cercanía perderíamos nuestra esencia, dando paso a productos no autóctonos e incluso de otros países. De este modo se iría perdiendo de manera inequívoca todo un legado gastronómico mantenido de generación en generación.

Sin nuestros vegetales no hay cocina, es la base de todas nuestras elaboraciones. La esencia mediterránea, el sello de la mejor gastronomía del mundo.

Dos de nuestros platos de cuchara estrellas, especialmente recomendables, no serían lo mismo sin sus verduras. Se trata de platos de cuchara sabrosísimos, absolutamente para todos los públicos y perfectamente compatibles con los días de sol.

Ellos son el “guisao de rape, raya, col y patata” y el “guisao de sepia, patatas y alcachofas”.

Puede que te hagas una idea solo con mentarlos, pero hasta que nos los pruebes no sabrás de lo que estamos hablando.

Recomendaciones Juan Abril.

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