En el mundo de la restauración, la innovación y las reinvenciones tienen que formar parte del proceso evolutivo de los restaurantes, si quieres destacar siempre ofreciendo un valor añadido.
Pero existe otro factor que son las demandas de los propios consumidores, a lo que hay que estar con la atención bien puesta. La tendencia que está evolucionando de manera irrevocable es la dieta saludable. Después de tantas noticias no muy alentadoras sobre los alimentos procesados y la calidad de productos fundamentales en la dieta diaria, es hora de cambiar las tornas.
Echamos la vista atrás y nos encontramos con que nuestras abuelas siempre han sido las más sabias. No conocían el estrés en la cocina, todo avanzaba a fuego lento, los productos recién recogidos, el pan recién horneado…
Tanta evolución y tan rápida está acabando con la calidad de muchos de los productos que se producen a gran escala. Muchos de ellos viajan miles de kilómetros diariamente, dejando por el camino gran parte de su calidad inicial, se sucede una atemporalidad en el mundo de las hortalizas, pudiendo acceder a todas ellas en cualquier estación del año, impera el aquí y ahora, y no hay nada que podamos desear que ya no esté al alcance de nuestras manos.
Todo esto por una parte es muy cómodo y en cierta manera evolutivo, pero no se ha tenido cuidado en las formas y ahora nos empieza a pasar factura.
Toda esta incertidumbre en torno a nuestro “pan nuestro de cada día” hace que todos los que formamos parte del sector de la restauración estemos más atentos que nunca a las nuevas tendencias.
Más allá de estas tendencias todos queremos una vida saludable, y cada vez el consumidor mira más con lupa y crece la exigencia.
Desde Restaurante Juan Abril siempre lo hemos tenido claro. La primera escuchar a nuestros clientes, la segunda buscar únicamente un producto de la más alta calidad, de cercanía, respetar los tiempos y la manera tradicional de hacer las cosas.
Nuestra máxima ahora es tendencia, si eres un seguidor de lo último, estamos de moda.