Y llegó el momento de despedir las Navidades un año más. Después del roscón de rigor, con o sin chocolate a la taza, con o sin relleno o quizá regado con anís, ha sido nuestra última comida tradicional de estas fechas.

Algunos encantados y otros saturados despedimos hasta el año que viene, todas las comidas, bebidas y dulces típicos.

No podemos negar que más o menos todos tendemos a excedernos un poco, amigos, familia, Navidad, Nochevieja, Reyes… son demasiados días memorables concentrados en unas pocas semanas.

Y es en este punto donde llega nuestra recomendación. No abracéis las dietas como si no hubiese un mañana, ni hagáis horas extras en los gimnasios, todo es mucho más sencillo que tanto esfuerzo y restricción.

Se trata de comer BIEN, de manera saludable. Por muy cansados que estemos de las comidas, desayunar, comer y cenar es algo que debemos de hacer cada día.

Tan solo tenemos que escoger bien los alimentos, aumentar unos y disminuir otros.

Encariñaros con las verduras y legumbres que son vuestras aliadas, olvidar los fritos y tratar los alimentos con suavidad, pero ante todo nunca renunciéis al sabor ya que no es incompatible como en ocasiones se cree.

Queremos proponeros algunos de los platos más recomendables que en estos días os podemos ofrecer.

 

  • Una sencilla ensalada de tomate, anchoas, cebolla tierna y aceitunas partidas, con su chorrito de aceite de oliva virgen extra.

 

  • Un tartar de caballa, aguacate, lechuga y tomate.

 

  • Como plato caliente una sepia en salsa,

 

  • O unos lomos de lubina a las brasas…

Estamos seguros de que casi podéis saborearlo.

 

Y da comienzo el 2018, con todas nuestras esperanzas puestas en él.

Es un año en blanco, en el que cada uno tiene que dar lo mejor de sí mismo para comenzar a colorearlo a su gusto.

Es por este motivo que nos encontramos plenos de motivación, por que aunque el recién terminado 2017 fue un año altamente satisfactorio, con ampliación de la cocina en el último momento, tenemos que seguir pensando en más y sobre todo mejor.

Nosotros procuramos saber bien hacia dónde nos dirigimos, intentamos tener las ideas claras en cuanto a mejoras y honestidad. Intuimos lo que vosotros, los clientes esperáis de restaurante Juan Abril, que suele ir en sintonía con nuestros gustos y decisiones. Pero este año queremos llegar más allá.

Nos encantaría sumar vuestra voz, que nos comentaseis, o bien por esta plataforma o bien a través de TripAdvisor, todas vuestras sugerencias. Nosotros por nuestra parte nos comprometemos, al menos a intentarlo.

Creemos un vínculo, hagamos entre todos un espacio gastronómico donde convivir en armonía. Hagamos un nuevo concepto siendo el cliente el protagonista.

Disponemos de todas las herramientas, un espacio único, con una nueva cocina donde recrear hasta el infinito y dejar volar la imaginación. Una materia prima de primera, de kilómetro 0, una terraza frente al mar inigualable, activa hasta en pleno invierno, en principio no nos falta de nada…

¿Qué opinas tú? Estamos deseando escucharte, ven a formar parte de esta gran familia, la del restaurante Juan Abril.

Son pocas las horas que nos separan del nuevo año 2018, un nuevo año a estrenar, para reiniciar si es necesario o para seguir sumando. Siempre cargado de buenos propósitos alcanzables o no.

Pero lo importante es la ilusión, pongámosla de nuevo cada año, una buena dosis para que nos ayude a nuestros cometidos, así sea crecer, comenzar de nuevo o seguir como hasta la fecha, que no es poco.

Nosotros queremos poner nuestro granito de arena, facilitando la entrada del año de la mejor manera que sabemos, y es, ofreciendo una amable comida para el día 1.

De nuevo os sugerimos un buen “Putxero amb Pilotes” tan adecuado y reconfortante para después de una larga Nochevieja.

¿Necesitáis otras alternativas? Preguntadnos siempre, seremos vuestro asesor gastronómico un año más.

Os recordamos, el día 31 cerramos. Os esperamos el día 1. Hasta el año que viene.

 

¡FELIZ 2018!!

 

Un año más tenemos la Navidad a la puerta de la esquina. Como ya anunciamos con anterioridad, estaremos abiertos todos los días excepto en Nochebuena y Nochevieja. Pero en Navidad día 25 y Año Nuevo día 1 os estaremos esperando para celebrar con todos vosotros estas fiestas como se merecen.

El plato principal y estrella es un apetecible “putxero amb pilotes” ya tradición de la casa en estas fechas.

Según nuestra experiencia, no hay nada como ese caldo reconfortante después del ajetreo y abusos típicos de la Noche Buena, es un plato amable y delicioso que devolverá a nuestro estómago de nuevo la paz.

Sin olvidar que aún así siempre estamos abiertos a nuevas propuestas y a cualquier elección de la carta.

Siempre el factor sorpresa está presente, y puede que tengamos ese día un producto fuera de carta, por eso nos gusta recordaros consultarnos siempre nuestras sugerencias diarias.

¿Hay una mejor manera de empezar la Navidad?

Indudablemente hay momentos en que todo cambia. Con orgullo exhibimos nuestra nueva cocina, mostrando con suma transparencia el recorrido de un fresquísimo pulpo que quiso inaugurarla.

Cambia la rapidez, con un espacio suficiente para fluir tanto los movimientos como la imaginación.

Cambia la comodidad, para todos los que formamos parte de esta nueva cocina, es un gran desahogo donde poder “danzar entre fogones”.

Cambia la simultaneidad en nuestras preparaciones, optimizando los tiempos de espera.

En cada cambio, una mejora, por que en Restaurante Juan Abril estamos para mejorar continuamente.

Esperamos vuestra impronta.

Durante unos días hemos estado de reforma. Este fin de semana volvemos a abrir. Quizás no sea la vista quien lo note. Esperamos que quien lo valore de verdad sea su paladar. Hemos reformado totalmente nuestra cocina para trabajar más y mejor. Esperamos que las mejoras lleguen a su mesa.

Mientras tanto, puede hacer sus reservas para celebrar en grupo la Navidad con su empresa, amigos o familiares.

 

Algunos esperamos cada año este momento con auténtica devoción. Es el momento de empezar a abrigarse y del cambio de luz, dejamos las bebidas frías apeteciendo más las calientes, ni qué decir de los platos… Por fin el tiempo fresco está llegando, frío para algunos, perfecto para otros.

Guste más o menos el cuerpo nos pide un cambio de armario y cómo no, de menús.

Platos más complicados cuando hace más calor son los guisos, sin embargo son los únicos que disfrutarás al 100% cuando el frío aprieta, es más, será lo único que te apetezca comer. Es el momento de los guisaos de la abuela, de la cuchara.

Los más contundentes y de más calor los dejaremos para el invierno. La recomendación de hoy es algo más ligera, un delicioso plato caliente, de cuchara para inaugurar los guisaos, un año más.

El guisao de rape, raya, col y patata nos servirá de pauta hacia el camino de nuestros nuevos platos favoritos de esta época. Una vez los hayas probado, entenderás la importancia para el cuerpo de estos guisos.

La carne blanca y suave de la raya es perfecta para este tipo de platos, ya que es muy cartilaginosa y no posee espinas y permite comerlo tranquilamente, que junto con el rape dotan de un inigualable sabor a mar en este guiso.

De nuevo cocina más tradicional protagonistas en nuestras mesas a través de las recetas de siempre, la cocina de las abuelas, la cocina del mar.

De nuevo la materia prima vuelve a ser protagonista. Alguna de ellas, a pesar de su discreción juega un papel determinante, incluso cuando ni siquiera se aprecia su presencia. Hablamos de la ñora, imprescindible para muchas elaboraciones a la vez que discreta y bastante desconocida en la mayoría de España.

La historia se remonta a la época de Cristóbal Colón. Él mismo trajo un puñado de simientes. Su primera aclimatación ocurrió en Murcia. De ahí se expandió hasta Alicante y más tarde a Cataluña. Más allá de estas tres zonas es prácticamente una desconocida.

El privilegio de contar con un ingrediente tan único, nos permite tomar la delantera el resultado de muchos platos y salsas, es el Unami de las paellas, el ingrediente secreto de la salsa Romanesco y ese color oscuro, tan característico que confiere a los arroces y guisos.

Su nombre científico es Capsicum Annuum. Se trata de un pimiento rojo tipo bola que, secado al sol se oscurece y convierte en la común y conocida ñora.

Son varios los tipos de elaboración, desde su forma seca, cruda o triturado a modo de especia.

Una vez está madura se deja secar al sol hasta que queda totalmente deshidratada. La ñora seca se utiliza normalmente tostándola con un poco de aceite hasta que adquiera una textura crujiente. Se utiliza mucho de este modo para majaos. Filtrar el caldo a través de un majao hecho con ñora, convierte el plato (arroces, calderos…) en otra cosa, su potente sabor lo transforma completamente.

Un uso también interesante es la de rehidratar con agua y extraer la pulpa o carne con un cuchillo. Se utiliza en gran medida en la elaboración de salsas.

La ñora triturada se convierte en el pimentón de ojilla, una especia única para dar sabor a todo tipo de platos, de pescados, fideguás, paellas de mariscos…

La versatilidad y gran resultado de la ñora la convierten en un elemento crucial en nuestra cocina. Utilicemos siempre productos que realmente suman.

 

 

Nos gusta siempre transmitiros de mil maneras nuestra pasión por la gastronomía. Hablamos de calidades, sobre la importancia del producto, su procedencia, su manipulación, el resultado final

Y es sobre este tema, igual de importante que todo el proceso de elaboración, sobre el que queremos hablaros hoy. El valor de la presentación de los platos.

El momento de emplatar, es uno de los momentos más trascendentes para un cocinero. Toda esa entrega aportada, junto con la sabiduría del buen hacer y el amor al oficio, tiene que trasmitirse a través de un único vehículo inicial, la vista. Hay que ser capaces de manera inequívoca de enamorar por la vista, una vez superada la prueba el resto de los sentidos se conectarán para contar la historia completa. La vista, el olfato, el paladar… sentimiento en estado puro.

Convertir comida en una pequeña obra de arte es el reto. Más allá de la presentación, que no es más que servir los alimentos de manera que resulten cómodos para comer y resulte un acto placentero, hay que llegar a la pura emoción, por que la gastronomía tiene que emocionar.

Los colores, las texturas, la temperatura tienen que convivir en armonía y “sonar” como uno solo para conseguir llegar a todos los sentidos.

Podríamos mostraros unas fotos preciosas de estudios y retocadas con Photoshop, para sugestionaros de la verdad de nuestras palabras, pero estamos tan convencidos, que hemos utilizado las vuestras. La verdad directa a la mesa y a través de vuestros ojos, sin filtros ni retoques.

 

Gracias por mostrar vuestras fotos, clientes orgullosos a través de TripAdvisor.

Parece ser que de un tiempo a esta parte, se le está dando a la croqueta el valor gastronómico que merece. Los clásicos cocineros nunca las han olvidado del todo y los jóvenes y emergentes chefs ven en ella una excelente manera de rescatar criterios culinarios de hoy y de siempre, para mayor gloria de nuestros paladares. Técnicamente, una buena croqueta tiene su “secretillo”. Conseguir la textura crujiente por fuera, fina, sin exceso de rebozado y sin romper y, a su vez, tierna, sabrosa y consistente por dentro, no deja de requerir cierta maestría.

Nuestras madres y abuelas hacían croquetas de casi todo. Con las sobras del cocido, con unas puntas o retales de jamón, con unas migas de bacalao que habían apartado antes de ponerlas en el arroz o repelando los huesos y las alas del pollo que habían cocinado la jornada anterior.

Hoy día, en parte por la necesidad de rescatar y mejorar viejas recetas, en parte también por seguir ofreciendo la más noble y reconocible cocina tradicional, no hay cocinero que se precie que no incluya alguna croqueta en su oferta.

En restaurante Juan Abril de Altea, no las tenemos en la carta. Necesitaríamos una enciclopedia para poder poner en carta todo lo que nuestra cocina es capaz de ofrecer. Sin embargo, nuestros camareros suelen ofertarlas como plato fuera de carta al entregarlas en mesa a nuestros clientes.

Si por lo que sea, nuestro camarero no se las ofrece y a usted le apetecen, no dude en pedírnoslas. Y como se hacen al momento, puede usted pedirlas de lo que más le apetezca, también en nuestro vino-Bar. De jamón, de queso, de vieiras, de bacalao… Croquetas a su gusto…